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FRANCISCO JOSÉ CARDENAL GALVÁN (PACO): UNA VIDA EN LA BANDA


 UNA VIDA EN LA BANDA


Afonso y Francisco Cardenal. (Fregenal de la Sierra, 1976)

Alfonso y Paco Cardenal (Fregenal de la Sierra, 1976)


Cuando hablamos de una Banda de Música lo estamos haciendo de todos y cada uno de sus integrantes. Si la nuestra, la de Jerez, es centenaria lo es gracias al esfuerzo, dedicación y pasión de mujeres y hombres que han compartido su buen hacer con gentes de dentro y fuera de nuestra localidad.

Este año queremos detenernos en uno de ellos. Un músico perteneciente a una familia de músicos que encontraría en Don Antonio Rodríguez, “Señó Antonio”, director de la Banda Municipal de Jerez de los Caballeros entre los años 1970-1976, a esa persona que le abriría las puertas a la música. 

Sería un 2 de Julio de 1976, poco después del fallecimiento del maestro,  cuando Paco comenzaría su andadura con nuestra banda con el saxofón. Un recorrido de casi 50 años que llega a nuestros días con un amor hacia su pasión que no cesa, sino todo lo contrario, va “in crescendi”. 

“Hacía calor aquella tarde de Julio de 1974.  Después de jugar largo y tendido en “la morería”, se me ocurrió entrar en la “academia” de la banda de música (enfrente del actual juzgado), donde mi hermano Alfonso aprendía solfeo y tocaba  la caja. Allí conocí al Director de la banda, “Señó Antonio”, como le llamé siempre, y le dije que quería aprender música. Me entró en su despacho y me enseñó el fa-la-do-mi, y el mi-sol-si-re-fa, las notas del pentagrama. Al día siguiente tuve la segunda clase. Me dió un método de solfeo un poco (bastante) destartalado y un tudel, una boquilla y una caña (de saxofón alto). Me enseñó como soplar y hacer que aquello sonara…mis vecinos serían los (sufridos) testigos de que aquello sonó.

Muy poco después me dió el resto del saxofón, que no tenía estuche, y él, como buen carpintero, me lo hizo. No recuerdo la marca, pero en la campana figuraba “París, 1927”. “Señó Antonio” me enseñó, no solo a solfear y a tocar el saxofón, y con ello la afición por la banda y por la música, sino también a cambiar las zapatillas, y a arreglar los muelles rotos (que no eran pocos) con gomas. Así que en mi estuche, además del saxofón, llevaba siempre el lacre, y la bolsa de gomas. En la última fase de “vida” de aquel saxofón, llevaba puestas 20 gomas.

En las navidades del año 1974 recibíamos las clases en la carpintería de “Señó Antonio”. Todas las tardes nos íbamos para el Toledillo, y nos metíamos donde había sitio…entre virutas y serrín. Una tarde llegamos tarde a la clase, porque echaban el television una película de tarzán. La bronca fue grande… no volví a llegar tarde nunca más.

Así continué mi andadura por la banda, con cuatro ensayos a la semana (se descansaba los miércoles). La primera partitura que aprendí a tocar completa fue “María de las Mercedes”. Las siguientes, aunque no recuerdo los nombres, fueron todas marchas de procesión. De aquella época recuerdo a Vicente y Carlos (tubas), a Manolo “el viejo”, a Antonio “el rulo”, a Prudencio, a Tomás Segovia, a Juan Pérez, a los “Maestritos” Manolo, Juan Martín, y Manolo, a Botello, Manolo, Miguel… Y a los educandos como yo: Antonio y Kiko Casilda, Juan Manuel Leal, mis hermanos Alfonso y Manolo, Manolo Espín, Pedro González, Paco González… 

En enero del año 1976 falleció “Señó Antonio”. Sentí mucho su pérdida. Me enseñó todo lo que le dió tiempo a enseñarme, que no fue poco. Sin duda mi afición por la banda y la música se la debo a él. Así que con 9 años, me sentí en la obligación (y el deber), de asistir a su entierro. Fue el primero al que asistí, y un día triste para mí.

Después llegaron Manolo Tinoco, Rafael Carrasco y David Carrasco, cada uno con manera de enfocar la banda. Y ahí seguimos”


Y seguiremos, Paco, seguiremos. La Asociación Musical de Jerez de los Caballeros se siente orgullosa de tenerte como miembro. Son 50 años, con sus Semanas Santas. Semana Grande de Jerez y Semana Grande de nuestra Banda.


No olvidamos a los que no están ni a los instrumentos silenciados por las ausencias. Siempre en nuestra memoria.


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